En la población de Gavà, cerca de Barcelona, se ubican las minas que excavaron un gran número de mineros neolíticos en busca de la variscita, las lágrimas de Venus, una piedra semipreciosa muy apreciada desde hace seis mil años.

Variscita de Gavà
En los alrededores, y durante más de mil años, se estableció una importante industria que ocupaba a muchísimos obreros.
Mientras unos abrían centenares de pozos y galerías que penetraban profundamente en la montaña, otros, con sofisticadas bailarinas y tornos, tallaban y perforaban las cuentas y adornos con las que confeccionaban vistosos collares que los comerciantes distribuían por pueblos lejanos.
Esta industria y comercio demuestra que aquella sociedad ya era muy avanzada, con una división y organización del trabajo adelantadas. Así, mientras unos excavaban, otros labraban las piedras y un buen número aportaban el alimento y garantizaban la seguridad.